Una de las consecuencias más debilitantes de cualquier lesión cerebral es la pérdida de memoria. La memoria deteriorada suele ser el síntoma que persiste más tiempo y puede afectar profundamente la vida diaria. ¿Dónde están mis llaves? ¿Pagué la factura de internet? ¿Qué necesitaba de esta habitación? Después de un traumatismo, estas preguntas surgen constantemente, y en lugar de centrarte en sanar, tu cerebro gasta energía intentando recordar cosas aparentemente simples. El objetivo es organizar tu entorno externo para reducir al mínimo las distracciones mentales.

Una forma de mejorar tu memoria a corto plazo es creando un entorno organizado. Todos sabemos que el desorden puede generar estrés y ansiedad, lo que afecta directamente nuestra capacidad para retener y recordar información. Si tu mente ya se siente desorganizada tras un TCE, el desorden externo solo empeora las cosas.

Aquí hay algunas estrategias organizativas para mejorar tu memoria:

- Usa notas adhesivas de colores para recordarte qué hacer con ciertos objetos.
- Haz listas.
- Designa un lugar específico para cada objeto en tu hogar, y recuerda devolverlos a su sitio.
- Establece una rutina diaria.
- Dedica 15 minutos al día a ordenar un espacio pequeño y definido, como un cajón de la cocina o la superficie de tu mesita de noche.

Aunque tengas la intención de organizarte, es posible que llevar esa intención a un plan y, finalmente, a una acción resulte abrumador y mentalmente agotador, así que, ¡pide ayuda! Todo por lo que estás pasando es completamente normal y afortunadamente, con orden todo te resultará más fácil.