Como he comentado en el apartado que hemos hablado de la DEPRESIÓN, fui a la Clínica del Sueño del Dr. Estivill arrastrando un cansancio que no me permitía mejorar ningún aspecto de mi lesión. Mi mujer se dio cuenta que por la noche hacia múltiples apneas de sueño e investigando encontro esta clínica de referencia a nivel nacional.

Se lo explicamos al doctor con todo tipo de detalles. Él nos dijo que tenía que pasar una noche en su clínica para que pudieran comprobar exactamente lo que me pasaba. Me dieron la primera fecha nocturna que tenían disponible, y recuerdo que fue una experiencia muy extraña. Llegamos a su clínica sobre las ocho de la tarde. Me llevaron a una habitación en la que había una cama y me pusieron sensores por todo el cuerpo. Eran como los sensores de telemetría que poníamos por toda la moto. Cuando todo estaba enchufado al ordenador, me dijeron que me podía tumbar y dormir. 

Al principio me resultó bastante incómodo porque, aunque los sensores eran suaves, los podía sentir pegados a mi cuerpo. A pesar de ello, con un poco de tiempo, me pude dormir. Para la siguiente visita, el Dr. Estivill tenía datos (telemetría) que, mezclados con lo que le habíamos dicho durante la última visita, era suficiente para que viera el problema. De manera un poco borde, pero con años de experiencia con estos temas, me dijo que, por favor, me sentara y me callara. Cuando hubo silencio, nos dijo que yo tenía varios problemas que no me dejaban descansar bien. Por un lado, nos recetó unas pastillas específicas para dormir, y nos hizo un horario para conseguir las máximas horas de sueño diarias. Por el otro, me dijo que cuando dormía tenía apneas, que son problemas respiratorios al dormir. Para ello nos recomendó una bomba de aire CEPAP con una máscara especial. 

Me costó acostumbrarme a todos estos cambios, pero el resultado fue tremendo. En sola una semana empece a sentirme mucho mejor y esto duro unos cuantos años.

Lamentablemente, mi problema iba más alla que unas apneas y es que debido a la rotura que tuve de la mandíbula y a la operación maxilofacial, mi mandíbula por la noche se descolgaba, haciendo que entre muy poco aire de la CEPAP. Por lo que aunque conseguía algo de oxigeno, este ni por asomo era suficiente para mi cerebro, que ahora estaba mucho más recuperado.

Después de investigar unos cuantos días, nos dimos cuenta que había unos aparatos especiales, tipo ferulas, cuya función es sujetar la mandíbula de manera que por la noche, cuando duermas, tu traquea no se cierre y pueda entrar aire. En seguida, fuimos a la consulta del Dr. Arcas, el médico que me opero la cara y nos dijo que efectivamente, este aparado puede ser de gran ayuda en mi caso y así fue.

En resumen, el sueño es parte fundamental de la recuperación y, aunque hay que estudiar cada caso, la mayoría de personas con lesión cerebral sufren de algún trastorno que no les permite descansar. Hay que tomar cartas en el asunto en cuanto antes.