¡Activate!
Los beneficios generales del ejercicio para la salud son ampliamente reconocidos. Pero algunas investigaciones interesantes revelan que el ejercicio cardiovascular no solo es bueno para el corazón en sí, sino también para el cerebro.
Aquí hay algunos ejemplos de cómo el ejercicio aeróbico afecta positivamente al cerebro:
- En el nivel más básico, el cardio aumenta tu ritmo cardíaco, lo que envía más sangre rica en oxígeno a tu cerebro. ¡Eso siempre es positivo!
- Solo 30 minutos de carrera, tres veces a la semana, pueden mejorar la velocidad en la toma de decisiones y la memoria, al mismo tiempo que aumentan la capacidad de atención.
Ya sea que prefieras nadar, ir en bicicleta, correr, hacer senderismo, saltar la cuerda o lo que quieras, muévete esta semana y tu cerebro te lo agradecerá.